Cuatro cosas a considerar antes de comprar una parcela en otra región

Todos hemos pensado alguna vez en irnos a vivir lejos de la ciudad, con la comodidad del campo, la playa o, incluso, el desierto, y esto ha quedado mucho más claro estos meses con el teletrabajo: según cifras de Portalterreno.com, los contactos en la plataforma han subido un 96% en 2021 versus 2020. Pero no todo es tan fácil como parece, ya que, más allá de lo económico, hay varios aspectos a tener en cuenta para no salir perdiendo. En este sentido, siempre se puede hacer la distinción entre comprar una parcela como inversionista o como persona natural que busca una primera o segunda vivienda. Aunque, en general, los requisitos y documentación a revisar son los mismos. Aquí te contamos lo más importante para comprar con seguridad tu nuevo terreno. 1. Busca una zona acorde a tus necesidades Elegir dónde comprar un terreno no solo se reduce a revisar diferencias de costos, sino también a las ventajas de su ubicación y objetivos a cumplir con su adquisición. En este sentido, se puede hacer una diferenciación respecto a si es un inversionista o una persona común la que quiere comprar. En el primer caso, lo primero es saber que con esto se invierte directamente en una plusvalía, como pueden ser zonas más atractivas como la Patagonia y Aysén. Por otro lado, si lo que se busca es comprar una primera o segunda vivienda, las opciones generalmente se reducen a regiones más cercanas a Santiago como Valparaíso, Los Lagos y la Araucanía. De hecho, según el fundador de Portalterreno.com, Andrés Sadler, la primera alternativa se ha disparado mucho más fuerte que otras en la pandemia, abarcando un 27% del total de las cotizaciones. “Valparaíso sigue liderando fuertemente, llevándose cerca de casi un tercio de las cotizaciones del portal, básicamente por la cercanía a la Región Metropolitana y una mayor oferta de propiedades, porque hay muchos proyectos inmobiliarios”, agrega. 2. Revisa el rol y los papeles de la propiedad La ocupación ilegal de terrenos fiscales es algo más habitual de lo que parece, sobre todo cuando los propietarios no saben de las irregularidades y estafas detrás de la compra. Uno de los casos más recientes ocurrió en Concepción con la “toma VIP” de terrenos, donde han comenzado a desalojar a personas que por un largo tiempo han invertido en construir y mejorar sus casas y sitios. Para que esto no te pase, la primera recomendación es revisar que la propiedad esté regularizada, es decir, que cuente con un rol de avalúo. Si no lo tiene, es un primer aviso de que algo está mal. “El rol dice que esta propiedad puede ser transferida realmente a mi nombre y que yo la puedo transferir, sin que el día de mañana llegue una persona que diga “esto no es tuyo”, como está pasando muy fuerte en la V Región, que hay gente vendiendo loteos irregulares con una promesa de que algún día podrán tener algún documento”, explica Sadler. De igual forma, hay que estar pendientes de los documentos legales de la parcela a comprar. Para aquello, resulta esencial tener la ayuda de un abogado para obtener un estudio de título que entregue más certezas respecto a que el terreno esté legalmente bien. Los terrenos muchas veces vienen con algunas fallas y, obviamente, hay que limpiarlas, pero no siempre se trata de cosas sencillas. La parcela podría presentar irregularidades más grandes, como que el terreno no se pueda inscribir en el Conservador de Bienes Raíces o que el tamaño señalado en el papel no sea el mismo que en la vida real. “Lo más básico es ver el dominio de la propiedad, con vigencia de no más allá de 30 días de emitido, donde puedas ver realmente de quién es la propiedad. En base a eso, debe haber un rol, no tener hipotecas ni gravámenes, y también tener un certificado de litigio, es decir, que la propiedad pueda ser traspasada y tú no compres un problema sino que compres una propiedad donde puedas hacer lo que quieras”, asegura el fundador de Reserva Austral, Francisco Cortés. 3. Ojo con los términos de la vivienda Ahora, más allá de la inversión y las compras, el aspecto de lo que incluye o no una vivienda resulta esencial, sobre todo cuando apuntamos a una zona alejada de Santiago. Hay que revisar qué incluye cada vivienda en términos de servicios básicos como luz, agua, alcantarillado, etc., porque no todas lo incluyen. “En el norte muchas veces no hay conexión al agua por la escasez hídrica, y te pasan a dejar el agua en camiones, pero hay que tener la noción de que en algún momento yo puedo solucionar esa ausencia, ya sea con paneles solares, camiones aljibes, etc. Lo importante es que si yo me voy a vivir para allá es tener esta factibilidad de que puedo tener luz y agua por lo menos”, plantea Sadler. De igual forma, si compras un terreno dentro de un loteo, ten presente los reglamentos internos del condominio, ya que si bien te puede dar ventajas respecto a espacios, también puede entregar restricciones sobre qué puedes construir o no. Es decir, si la casa de tus sueños debe tener tres pisos, pero la zona que compraste solo permite tener dos, posiblemente debas renunciar a esa idea o bien buscar otra parcela. 4. Opta por el crédito directo Hay muchas formas para pagar tu terreno, pero los expertos recomiendan siempre elegir las opciones que entregan las mismas inmobiliarias, como el crédito directo. “Es un crédito súper bueno porque finalmente no me tengo que endeudar con un banco, no me cobran tasas tan altas y en muchos casos ni siquiera cobran una tasa de interés, entonces ese crédito es una forma muy fácil para comprar, porque finalmente te piden cierto porcentaje de pie y el resto se puede ir pagando hasta en 48 cuotas”, explica Sadler. Por otro lado, el experto añade que de comprarlo directamente a una persona particular éste probablemente pedirá que le paguen el monto completo, y que, si bien podría hacer un descuento, no dará facilidades de pago. “Lo que hemos visto con nuestros clientes, que hemos trabajado con más de 200 inmobiliarias a lo largo de todo Chile, es que ellos por lo general dan créditos sin interés, por lo que es una excelente opción, si al final es plata prácticamente gratis, hay que endeudarse pero sin tasa extra. A lo más van a ser pactados en UF por la inflación, pero ese es el mínimo de interés que uno podría pedir”, asegura Sadler. De igual manera, Cortés explica que con el crédito directo, en general se da un pie de 25% y 6 cuotas, pero que a las personas también les acomoda pagar con tarjetas de crédito u otras formas convencionales como vale vista. Sin embargo, la prioridad para adquirir una parcela siempre es la rapidez de pago, por lo que las opciones siempre se reducen al crédito directo o tarjetas de crédito, y no a créditos hipotecarios, debido a que su tramitación es mucho más lenta. “A veces te pagan un terreno con dos o tres tarjetas de crédito diferentes, dependiendo del convenio que cada cliente tiene con su banco, nos pagan en 60 o 48 cuotas. Nosotros pocas veces vendemos con crédito hipotecario, porque se demora más en tramitarlo”, agrega. Fuente original
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