Decoración de departamentos: ideas, consejos y mucho más
Tengamos en claro algo: no son iguales las reglas del juego al decorar un departamento o una casa. Ni siquiera son iguales cuando decoramos departamentos muy diferentes entre sí, como pisos, lofts, dúplex o PHs. Los decoradores y diseñadores de interiores entienden estas diferencias y saben trabajar sacándole el mejor partido posible a cada tipo de vivienda.
En urbes grandes, como por ejemplo nuestra querida Ciudad de la Furia, el valor del metro cuadrado no deja de elevarse y el resultado es que los espacios son cada vez más chicos. A su vez, la población, crece y crece, y… sigue creciendo y la gente se extiende a nuevos barrios que los vendedores inmobiliarios bautizan con nombres sugestivos que nos recuerdan a New York o a Londres. El resultado de esta gentrificación hace que, o bien se recuperen edificios antigüos y se pongan a valer respetando la impronta de la época, o se construya desde cero. ¿Qué tiene que ver esto con la decoración? Pues mucho, ya que del estilo arquitectónico del edificio, e incluso del barrio, dependerá el look general que tendrá nuestro departamento, ya que todas estas cosas se relacionan entre sí.
Al espacio limitado se le suman otros problemas que también hay que solucionar, como la falta de luz natural o vistas nada atractivas, sin contar con el ruido de la calle. Además, en un departamento ciertas refacciones, ampliaciones o reformas deben contar con la aprobación del consorcio y hasta de las autoridades gubernamentales si queremos afectar de alguna forma la fachada del edificio. Como sabemos, parte del diseño de interiores y la decoración es solucionar situaciones puntuales, tratando de hacerlo sin sacrificar la estética.
La buena noticia es que existen muchísimos trucos que nos puede ayudar a que el departamento menos prometedor, se convierta en un espacio único, rebosante de encanto y personalidad, que se adapte a su entorno con gracia y que nos dibuje una sonrisa en la cara cada vez que abrimos la puerta para volver a casa.
La fachada del edificio escapa a nuestro control, así que tenemos que arreglárnoslas para causar una gran impresión a las visitas desde la puerta de entrada y el recibidor. Una vez que pasamos el dintel, estamos en territorio propio y de nosotros depende que el departamento sobrepase las expectativas contribuyendo poderosamente a cimentar una primera impresión positiva, si el edificio y el palier la producen, o en hacer que se olvide una negativa si el conjunto exterior no nos ayuda. ¿Cómo hacemos esto? Pintando la puerta de algún color constrastante o diferente, si no podemos hacerlo por el lado de afuera, entonces al menos por adentro, comprando una alfombra angosta que sirva de camino, un perchero para colgar los tapados, arte en las paredes y algún elemento decorativo que hable de nosotros, como plantas, una escultura o algún adorno.
En los espacios interiores, deberíamos mantener la promesa que iniciamos en el hall de entrada. Livings, comedores e incluso cocinas, sobretodo si se encuentran integradas, deben estar impecables y entablar un diálogo decorativo. ¿Qué significa esto? Que es aún más importante en departamentos poder contar una historia estética que tenga un buen hilo conductor, en lugar de decorar ambientes con una impronta particular y diferente entre sí. Una forma de mantener esta cohesión es optar por el mismo color o variedad de madera en el mobiliario, tener una paleta si no idéntica, al menos armónica y tratar de mantenernos dentro del estilo.
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